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bre, a la que nos referíamos en nuestro boletín del pasado
mes, sigue siendo noticia no sólo por la importancia de la
movilización y la dureza de la represión policial, sino
también por el hecho de que, un mes después de aquellos
acontecimientos, sigue habiendo en Praga detenidos por
la movilización de aquella jornada.
Es interesante recordar lo que fue aquella jornada de
lucha y es necesario conocer lo que estuvo ocurriendo -y
aún está ocurriendo en el momento de escribir estas
líneas- en las prisiones de Praga con los detenidos por las
protestas contra el
Fondo Monetario Internacional
y el
Banco Mundial.
Pero conviene también recordar cuál
fue la motivación de aquella protesta.
Esas instituciones económicas mundiales, el FMI, BM
y alguna otra que reúne a mandatarios de las principales
potencias económicas son símbolos del (des)orden mundial
existente pero también instrumentos del poder que garan-
tiza y se beneficia de ese orden. Son responsables de esa
libertad mundial de flujo de capitales que coloca a los
gestores y detentadores del capital por encima y fuera del
alcance de las autoridades gubernativas de todos los paí-
ses del mundo. Son responsables de que la economía de
muchos países se esté hundiendo por seguir las directrices
emanadas e impuestas desde esos órganos de control eco-
nómico mundial. Son responsables de que la agricultura
tradicional de muchas regiones del planeta haya sido
abandonada en favor de un tipo de industria o unos
cultivos que convienen al sistema mundial pero que no re-
porta beneficio y bienestar a la población de esos países.
Son responsables del que el paro crezca sin cesar en todo
el mundo y vaya aumentando la población mísera y mar-
ginada. Son responsables del estado miserable del conti-
nente africano y de la emigración masiva que se produce
desde allí y desde otras zonas abandonadas del mundo.
Son responsables de que se ahonden a escala mundial y
en el interior de cada país las diferencias sociales y eco-
nómicas entre la minoría que se enriquece con ese des-
orden mundial y la mayoría que se ve perjudicada por
esa situación. Son responsables de que junto con el desem-
pleo crezca la precariedad laboral para muchos millones
de trabajadores en todo el mundo, y que vayan desapare-
ciendo los derechos sociales y las medidas de seguridad
que protegían a las poblaciones.
La realidad del estado actual del mundo atestiguan que la
mundialización económica y la globalización que encar-
nan esas instituciones son los enemigos de la humani-
dad, de todos los pueblos y los trabajadores del mundo.
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pesar del dominio ideológico del sistema, que se com-
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te se va dando cuenta de dónde está el peligro y dónde
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as reuniones anuales del FMI y
BM están siendo ocasión de grandes movilizaciones popu-
lares contra esos organismos. En la movilización del mes
pasado en Praga participaron personas concienciadas por
esta problemática provenientes de todo el mundo, entre
ellos ta
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bién españoles
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a mayoría son jóvenes activistas
de todo tipo de organizaciones de izquierda, desde anar-
quistas hasta comunidades cristianas de base, pasando
por socialistas, comunistas y otros movimientos sociales.
Pero sigue tratándose de una minoría social en compara-
ción con la masiva población mundial que es vícti
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a pero que no se concienció aún sobre la realidad de
su situación y los culpables de la
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hecho de que la población de Praga estaba mal predispues-
ta hacia tantos activistas de todo el
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ya desde muchos días antes de la manifestación.
Por otra parte, la policía checa tenía instrucciones de pro-
ceder duramente contra los manifestantes. Muchos de és-
tos fueron retenidos durante horas en la frontera, como
ocurrió a un tren italiano que transportaba más de un mi-
llar de activistas. Durante la jornada de protesta se re-
currió al bloqueo de los medios de transporte y comunica-
ción y a otras medidas en la capital checa para dificultar
la protesta y el desplazamiento de los manifestantes. Y
muchos de ellos fueron golpeados y detenidos por la poli-
cía. Un mes después aún permanecen en los calabozos
de Praga muchos detenidos, a los que se les inflingen ma-
los tratos, en especial a los activistas checos; muchos de
ellos sufren palizas y diversas formas de vejaciones físi-
cas y morales. Según testimonio de algunos de los parti-
cipantes en la movilización de Praga, las tareas más duras
y desagradables de la represión policial y del posterior
interrogatorio a los manifestantes corría a cargo de la po-
licía secreta: policías de paisano, no uniformados, que
proceden en gran parte del aparato represivo del anterior
régimen comunista de Checoslovaquia. El actual Presi-
dente de ese país, Václav Havel, fue en su día una vícti-
ma perseguida y reprimida por ese aparato del antiguo
régimen. A él pertenece el siguiente párrafo:
No
te con viertes en “disidente” porque un día decidas
comenzar esta carrera tan inusual. Te ves arrojado a
ello por tu sentido personal de la responsabilidad...
Eres estigmatizado por las estructuras existentes y si-
tuado en una posición de conflicto con ellas. Comienza
como un intento de hacer bien tu trabajo, y terminas sien-
do marcado como enemigo de la sociedad.
La realidad nos brinda estos extraños espectáculos. Para-
dógicamente, ese idealista de otros tiempos, dirige hoy al
ejército represivo policial que persigue a los idealistas ac-
tuales. El intelectual disidente de hace muchos años se ha
venido a convertir en valedor político del capitalismo y el
imperialismo de la globalización y el FMI, y se sirve,
para ese innoble tarea, del aparato policial mercenario
que en otros tiempos
perseguía otro tipo de disidentes.
Los perseguidos de hoy son resistentes contra una glo-
balización depredadora; son gente que lucha por la vida y
la libertad de todas las personas y pueblos, que denuncia
la creciente desigualdad y miseria así como la explota-
ción de la mayoría por unos pocos y las agresiones con-
tra el medio ambiente y la diversidad cultural, y al ha-
cerlo cuestionan los intereses de los poderosos; son cri-
minalizados en todo el mundo por los Estados como los
que presiden Václav Havel, José Maria Aznar y demás di-
rigentes de repúblicas bananeras, así como por los me-
dios de comunicación de una prensa mundial, concentra-
da en pocas manos, al servicio de los beneficiarios del
actual desorden mundial.
Noviembre 2000